El desarrollo de los niños durante los primeros años de vida son muy importantes, donde se observa cómo van aprendiendo sobre si mismos y sobre su entorno. Pero algunas veces podemos encontrarnos algunas señales que pueden alarmarnos de que algo no va bien.
El desarrollo es la adquisición progresiva de funciones, destrezas y habilidades que el niño irá aprendiendo para poder interactuar con el entorno con el fin de adaptarse a él o modificarlo. Los hitos del desarrollo son comportamientos y destrezas físicas y cognitivas, observadas y descritas por numerosos profesionales, en los cuales nos referimos cuando necesitamos valorar si un niño está consiguiendo las metas del desarrollo necesarias para la normalidad.
Existen varias escalas de desarrollo, donde se incide en las diferentes etapas y edades, para observar que las conductas que refiere son adecuadas. Algunas de ellas son la escala de desarrollo de Battelle, escala McCarthy, escala de Bailey o escala de Gessell. En ellas, se describen los hitos de la psicomotricidad, la alimentación, el sueño, el lenguaje, la conducta, la atención y la regulación afectiva y relacional. Todo ello es importante para descartar cualquier anomalía que se pueda presentar durante el crecimiento del niño.
Hay que destacar que no todos los niños se desarrollan al mismo tiempo. Unos pueden adquirir hábitos más tempranamente que lo que indican los estudios, y otros algo más tardío, pero siempre se debe considerar estos hitos como referente.
Algunos de los hitos del desarrollo que podemos observar durante el crecimiento del niño (de manera general) son:
- Recién nacido: se observan varios reflejos (de prensión, de la marcha, de búsqueda, etc.) que irán desapareciendo durante los primeros meses por su autorregulación. Se produce la succión y deglución de la leche por el pecho de la madre o el biberón, junto con la respuesta positiva a sonidos del ambiente y el contacto físico.
- 3 meses: su motricidad gruesa va desarrollándose, llegando a elevar la cabeza cuando está en decúbito prono (boca abajo) o mueve los brazos y las piernas con fuerza. En la motricidad fina abre y cierra las manos, agarra y sacude objetos y se lleva la mano a la boca. Es más expresivo y comienza a sonreír socialmente. Comienza a hacer gorjeos y presta atención a las voces de su alrededor.
- 7 meses: realiza gateo y se levanta sobre manos y rodillas. Va adquiriendo el control cefálico. Puede coger un objeto con una mano y llevárselo a la boca. Disfruta de los juegos sociales, y reacciona a las emociones de otras personas. Reacciona cuando dicen su nombre, cuando se le dice no, y va adquiriendo más sonidos del habla.
- 1 año: camina 2 o 3 pasos cogido de la mano o apoyándose en los muebles, se sienta y se levanta solo. Empieza a adquirir la pinza (coger objetos con el cierre de índice y pulgar), pone y saca objetos de un recipiente. Repite sonidos de los adultos, va adquiriendo un repertorio de palabras como mama o papa, hace gestos de si y no.
- 2 años: corre y camina, puede patear una pelota. Hace garabatos, construye con cubos. Imita el comportamiento de otros, es más independiente, juega con su imaginación. Señala objetos y dice su nombre, usa frases sencillas.
- 3 años: sube y baja escaleras, pedalea en triciclo. Puede esperar turno de juego, expresa muchas emociones. Sigue órdenes sencillas. Usa pronombres y algunos plurales.
- 4 años: comienza a copiar letras mayúsculas, usa tijeras. Se viste y se desviste. Juega a papas y mamas. Su lenguaje es más avanzado.