Seguimos con operación pañal, hemos iniciado al niño, esta preparado, motivado y con los libros hemos conseguido que tenga mucha curiosidad. ¿Qué más podemos hacer para ayudarle?
Pues además de todas las opciones de las que hablamos en la 1ª parte, podemos:
-Permitirle a tu hijo/a elegir su propio orinal. Dediquémosle una tarde a presentarle los orinales o si lo preferimos, el adaptador de WC. Que se familiarice con él, sin presiones Ve con tu hijo a comprar un orinal. ¡Que lo elija él! Se lo presentaremos como algo estupendo y “de niños grandes”. Dejaremos que se vaya familiarizando con él, es normal que puedan sentir miedo al principio, y recordad, paciencia.
– Enseñar a “escuchar” las señales de su cuerpo. Preguntad a lo largo del día ¿tienes ganas de hacer pis/caca? para llamar su atención. Si vemos que tiene ganas, le llevaremos al baño, le ayudaremos a quitarse la ropa y esperaremos un rato allí sentados. Lo haremos sin forzar y durante el tiempo que el niño considere. Celebraremos el éxito, pero nunca debemos criticar si no lo ha conseguido. “Bueno, tranquilo; esta vez no ha salido. ¡La próxima vez seguro que lo conseguiremos!”
– Es muy importante reforzar los pequeños logros que vayamos obteniendo: “Ya eres un niño grande”, “Lo haces tan bien como tu hermano”, “¡Lo has hecho tú solito!”.
– Siéntale siempre a las mismas horas en el orinal, preferiblemente después de las comidas. Llévale al baño con frecuencia, sobre todo al principio.
– Cuando tenga “un accidente” pondremos cara de desaprobación, pero no de enfado, no haremos ningún drama, no habrá gritos, ni castigos ni reprimendas. Debemos hacerle entender dónde se hace el pipi o caca. (“¿Dónde se hace el pipi, cariño?” “Avisa a mamá cuando tengas ganas que ella siempre te acompañará…”). Además tendrá que colaborar para quitarse la ropa mojada y sucia, nos ayudará a enjuagarla un poquito. Es importante hacerles responsables de sus actos pero todo con un tono comprensivo.
Lo más importante en todo este proceso no castigarles o avergonzarles por los pequeños accidentes que, sin duda, tendrá.
¡Ánimo!