martes, 18 de diciembre de 2018

Neurociencia al servicio de la educación: Neuroeducación


La neuroeducación es una nueva visión de la enseñanza que se basa en aportar estrategias y tecnologías educativas centradas en el funcionamiento del cerebro. Fusionando los conocimientos sobre neurociencia, psicología y educación tratan de optimizar el proceso de enseñanza y aprendizaje.
La neuroeducación cambiará la forma en la que los niños estudian y aprenden.

¡Aprovecha los descubrimientos sobre cómo el cerebro adquiere nuevos conocimientos para educar mejor!



¿Qué es la neuroeducación? Definición y concepto
La neuroeducación puede definirse como una disciplina puente entre la neurología y las ciencias de la educación, en la que la psicología educativa tiene un papel clave.
Se trata de un proyecto de desarrollo científico en el que se quieren aunar los conocimientos que tenemos acerca de cómo funciona el cerebro con lo que se sabe acerca de los procesos educativos sobre el terreno. Normalmente, el ámbito en el que se centra la neuroeducación es la educación en ámbitos escolares y académicos.
Es un campo de actuación muy reciente, en él colaboran tanto educadores como neurocientíficos para mejorar los métodos de enseñanza y los programas escolares cuyo propósito es aplicar todo lo que se sabe acerca de cómo el cerebro aprende y qué cosas estimulan el desarrollo cerebral al ámbito escolar.
Factores que intervienen en la neuroeducación
Algunos de los hallazgos más importantes se explican a continuación.
1- La plasticidad cerebral y neurogénesis
La plasticidad cerebral ha sido uno de los descubrimientos más relevantes en el campo de la neurociencia. El cerebro es “plástico”, es decir, tiene una gran capacidad de adaptación durante toda la vida. Además, es capaz de crear constantemente nuevas neuronas y conexiones entre ellas si se le provee de la estimulación adecuada.
2- Emociones y aprendizaje
Las emociones interactúan con los procesos cognitivos, por ello una parte clave de la neuroeducación se refiere a manejar las emociones para que no solo no interfieran sino que beneficien el
proceso de aprendizaje. Se pretende enseñar a los niños a ser conscientes de sus sentimientos y tomar el control de estos y de su conducta. Es importante que aprendan a reconocer cuando están enfadados, tristes y poder manejar esta emociones. Además, un alto nivel de estrés dificulta el aprendizaje, por ello es importante crear un buen clima de aprendizaje, sin estrés, y enseñarles a manejar la ansiedad.
Pero no solo gestionar las emociones negativas nos ayuda a mejorar nuestro rendimiento académico, sino que se sabe también que el aprendizaje de material que evoque emociones se aprenderá mejor y será más permanente. Esto es lo que se llama un aprendizaje significativo.
3- Trastornos del aprendizaje
Los avances en neuroeducación en los trastornos del aprendizaje nos permiten, no solo a aportarles a estos niños un apoyo personalizado, sino a ofrecerles las mejores herramientas para que superen sus dificultades. 

4-Tanto la experiencia como la genética nos influyen

Desde casi los inicios de la psicología ha habido un debate muy fuerte acerca de si lo que somos se debe a nuestra experiencia o a nuestra genética. Hoy, la mayoría de los expertos coinciden en que ambas cosas son fundamentales. La genética va a sentar las bases de nuestras habilidades y capacidades, pero la experiencia va a actuar sobre ello. Otros campos de investigación que se aplican a la educación son el entrenamiento en razonamiento, mejora en la memoria de trabajo, en la consolidación de la memoria, recuperación de recuerdos y tratamientos para problemas de aprendizaje.
En el siguiente vídeo se explican cómo los diferentes conocimientos de la psicología y neurociencia influye en el aprendizaje de los niños y qué puede aportar la neuroeducación en el aula.

Si este tema os apasiona tanto como a mí, no dejéis de visitar el siguiente video breve o haceros con el libro “Neuroeducación” de Francisco Mora.



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