Hoy os comparto unos juegos sensoriales muy sencillos, el arroz y la avena arcoiris, perfectos para disfrutar creando materiales con los niños y dejando que experimenten con un recurso natural, económico y que permite entre otras cosas, favorecer el desarrollo de la motricidad fina a través de su manipulación, trabajar el conteo, los colores, la experimentación, las sensaciones, las formas, el volumen... el límite lo pones tú.
Por eso, este recurso está más orientado a niños de infantil pero es un recurso igualmente interesante para niños que necesiten estimulación sensorial o que disfruten con ella, como niños/as con TEA.
-1 cucharada de vinagre blanco
-1 taza de arroz blanco
-Colorantes vegetales
-Bolsa tipo zip
-Envase tipo tupper
Introduce todos los ingredientes en la bolsa zip y ciérrala. Deja que los niños revuelvan bien la mezcla.
Repite esto con cada uno de los colores que quieras conseguir. Cuando todo el arroz este teñido dejamos las bolsitas al sol para que sequen. LISTO
2. Para la avena arcoiris necesitaremos:
-1 ó 1,5 cucharadas de agua
-1 taza de avena
-Colorantes vegetales
-Bolsa tipo zip
-1 vaso
-Papel absorbente
-Envase tipo tupper
En un vaso mezcla el agua y el colorante hasta que esté todo disuelto. Después, coloca la avena en la bolsa zip y vierte el agua coloreada, cierra la bolsita y deja que revuelvan. Procurad no añadir mucha agua, es mejor seguir masajeando la bolsa hasta que todas las hojuelas estén teñidas. después vierte y extiende la avena de cada bolsista en un papel absorbente y déjalo secar toda la noche hasta que seque.
Este sencillo material sensorial puedes utilizarlo para que tus niños/as diferencien texturas, experimenten con materiales de pequeño tamaño, trabajen el tacto de pies y manos, se relajen haciendo combinaciones con los colorantes o con cascadas de arroz de colores, puedes también obtar por esconder piezas de puzzles entre el arroz o la avena y que tengan que encontrarlas para montarlo, que tengan que cambiarlo de recipiente usando diferentes elementos como cucharas, tazas o sus manos...
Este material tiene larga duración (a los 6 meses mantiene aún el color y la textura) y en caso de mancharse las manitas al teñir estas salen facilmente, así que no lo dudéis, jugar es la mejor forma que tiene el niño de aprender.
¡Qué disfrutéis!
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