Hace un par de semanas comenzamos a tratar el tema de la conciencia fonológica (haz click aquí), un tema que veremos con asiduidad en el blog.
Durante el desarrollo, los niños
adquieren diferentes habilidades metalingüísticas a través de la toma de
conciencia del lenguaje. Dentro de estas habilidades metalingüísticas, se
encuentra la habilidad metafonológica, la cual permite tomar conciencia de la
existencia de las distintas unidades fonémicas para así, poder manipularlas y
utilizarlas,permitiéndoles a los niños, entender y ser parte del mundo.
La conciencia fonológica forma parte de la habilidad metafonológica y se
entiende como la capacidad del sujeto para identificar y manipular los distintos segmentos de
la palabra hablada, permitiéndole percibir la existencia de sonidos individuales,
separando los enunciados en subunidades menores y utilizando estas últimas para formar nuevas unidades
superiores.
Esta habilidad se desarrolla
desde los 4 años de edad, teniendo un rol fundamental como predictor en el aprendizaje
de la lectoescritura, por eso es muy importante trabajarla desde infantil y no
esperar a que se dé un problema.
Hacerlo resulta sencillo
siempre que conozcamos las bases del desarrollo del lenguaje. Podemos cantar
canciones en las que haya que dar palmadas en las sílabas, jugar con las rimas,
pequeños trabalenguas…. Pero hoy os traigo un material manipulativo que gusta
mucho a los pequeños.
LAS PINZAS
Antes de comenzar partiremos de 2
premisas: que el niño/a tiene adquirida la psicomotricidad fina y que tiene
buena discriminación auditiva.
Se compone de pinzas de madera con las letras
escritas con rotulador (por un lado en mayúscula y por el otro en minúscula) y
unas tarjetas de cartulina, a las que les he pegado por una cara una imagen con
la palabra escrita en mayúsculas. Por último las he plastificado con adhesivo
para forrar libros,
sencillo y económico, ¿verdad?.
La siguiente actividad consistirá en que el
niño escriba la palabra en la parte de atrás de la tarjeta con rotulador borrable,
ya que como las tarjetas están plastificadas es fácil de quitar con una
toallita húmeda.
En una fase posterior, cuando el niño esté
preparado, haremos lo mismo con la palabra escrita en letra minúscula.
Este material se aleja de las fichas, permite
un aprendizaje manipulativo, fomenta la autocorrección y la autonomía, y además
resulta un material muy atractivo para los niños gracias a su formato con
pinzas, con colores y lo de escribir y borrar con toallita les gusta mucho.
Espero que este recurso os sea de utilidad en las clases y lo disfrutéis tanto como yo.
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