¿Qué es ABA?
La
terapia basada en el análisis conductual aplicado (ABA) es la
ciencia de la comprensión y de la mejoría del comportamiento, que hace uso de
técnicas conductuales y principios conductuales para lograr un cambio significativo
y positivo en el comportamiento. Cuando un comportamiento va seguido por algún
tipo de recompensa, es más probable que se repita, por esto el principio más
importante de la terapia del comportamiento es el refuerzo positivo. Su
objetivo principal es enseñar nuevas habilidades, promover la generalización de
ellas y reducir comportamientos no deseados, así como hacer el aprendizaje de
una manera agradable para el niño a través del apoyo e interacción positiva.
¿Cómo ayuda ABA a las personas con
autismo?
ABA
ayuda a las personas con autismo a aprender y desarrollar habilidades básicas
como el lenguaje, la comunicación, sostener el contacto visual, imitar o
jugar, así como habilidades complejas como conversación, anticipación, empatía
y la comprensión de la perspectiva de los otros.
¿Qué implica la intervención ABA?
La
intervención ABA eficaz no es "talla única" y nunca debe ser vista
como un "patrón. Por el contrario, el terapeuta experto personaliza la
investigación a las habilidades de cada niño respetando sus necesidades,
intereses, preferencias y situación familiar.
Pero
todas las intervenciones tienen en común lo siguiente: la planificación,
intervención y evaluación continua.
Los
terapeutas tienen que ser personal cualificado y entrenado en observar y
cambiar el comportamiento. La intervención tiene que ser diseñada después de
una evaluación detallada de las habilidades y preferencias de cada niño, y
también de los objetivos familiares. El tratamiento tiene que desarrollar una
paleta de habilidades amplia, teniendo como objetivo final la independencia del
niño y un desarrollo armonioso tanto a corto como a largo plazo. El analista
tiene que reunirse regularmente con la familia para planificar los programas
del futuro, revisar el progreso, obtener el feedback y hacer los ajustes
necesarios.
De
este modo, con ABA los objetivos están claramente formulados, organizados en
tareas simples para que la evolución del niño pueda ser permanentemente
evaluada.
¿Qué progresos se pueden esperar con
ABA?
ABA
ayuda a que se noten cambios significativos en muchas áreas de funcionamiento.
Sin embargo, los cambios no suelen ocurrir rápidamente. Más bien, la mayoría de
las personas con autismo necesitan terapia intensiva, de 25 a 40 horas
semanales, que va construyendo paso a paso el progreso hacia la recuperación.
Por otro lado, el progreso varía considerablemente de persona a persona
dependiendo de la edad, la intensidad de la terapia, nivel de funcionamiento,
objetivos familiares y otros factores.
Para que el tratamiento resulte efectivo es
imprescindible tener en cuenta una serie de variables: edad de comienzo
de la intervención, las investigaciones muestran que un inicio temprano
mejora la efectividad del tratamiento; intensidad de la instrucción,
el tratamiento es más efectivo cuanto mayor sea el número de horas semanales de
terapia; instrucción individualizada; duración del programa; tratamiento
conductual, aunque el tratamiento sea intensivo si no es conductual no
resulta eficaz; calidad del entrenamiento de los maestros ya
que es esencial la aplicación correcta y precisa de los programas; colaboración
de las familias. Teniendo en cuenta todas estas variables se pueden crear
las condiciones ideales para desarrollar un tratamiento eficaz, que es
considerado como tratamiento de elección para los Trastornos del Espectro
Autista en varios países como Irlanda y Estados Unidos.
En particular, los principios ABA enseñan y desarrollan habilidades básicas como el lenguaje, la comunicación, sostener el contacto visual, imitar o jugar, así como habilidades complejas como conversación, anticipación, empatía y la comprensión de la perspectiva de los otros.
En algunos casos de niños con Trastornos
del Espectro Autista las estereotipias y conductas disruptivas pueden aumentar
en los periodos de tiempo en los que el niño no está implicado en ninguna
actividad. Para ocupar estos periodos de tiempo sin la necesidad de un adulto y
para organizar el tiempo de trabajo creando una rutina se pueden implementar
las agendas de juego y de actividades respectivamente. Una agenda es
un conjunto de dibujos o palabras que ayudan a alguien a implicarse en una
secuencia de actividades. Una agenda puede tener muchas formas, pero inicialmente
suele ser un fichero de anillas con dibujos o palabras en cada página que
ayudan al niño a realizar tareas, a implicarse en actividades o disfrutar de
los reforzadores. Dependiendo del niño, la agenda puede ser muy específica, dividiendo una tarea en partes o puede ser muy general, usando un dibujo o
símbolo como pista para el niño para que realice una tarea o actividad
completa.
A través de la ayuda gradual (desvanecimiento progresivo de la ayuda
física y de la presencia del maestro) los niños aprenden a abrir sus agendas,
pasar la primera página, realizar la actividad y luego pasar a la siguiente
pagina para conseguir la pista para la siguiente actividad. El propósito de
enseñar el uso de las agendas es promover en niños con autismo la realización
de tareas y actividades sin ayudas directas y guías de los padres y profesores,
fomentando así la independencia de los niños. (Lynn E. McClannahan, Ph. D.
& Patricia J. Krantz, Ph. D. Activity Schedules for Children with
Autism. Teaching Independent Behavior, 3)
Crítica al método ABA en autismo
El objetivo principal de la terapia es
implantar habilidades positivas y relevantes, para ello es importante
identificar buenos reforzadores para cada niño. Una vez detectados los
reforzadores se emplean para enseñar nuevas habilidades y conductas positivas,
que al ir aumentando hacen que disminuyan los comportamientos disruptivos.
Hoy en día, ABA está
reconocida como uno de los tratamientos más seguros y eficaces para el autismo. Ha demostrado ser efectiva en casos de niños con
Trastornos del Espectro Autista, ya que los avances, en mayor o menor medida,
son visibles para la familia y el entorno del niño. Por ello, la colaboración
de las familias y las escuelas es fundamental para que el niño utilice las
habilidades adquiridas en terapia en todos los contextos en los que se
desarrolla su vida, esto ayudará a que el niño pase a formar parte activamente
de la sociedad.
Sin
embargo, me muestro escéptica ante estos nuevos métodos al faltarles
investigación y estudios de revisión que avalen sus resultados. Este método no
deja de ser una terapia de estimulación, con lo que es lógico que se vean
resultados.
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