viernes, 19 de octubre de 2018

SLIME EN CASA (sin bórax)


Los niños últimamente piden slime sin parar mientras los miras con ojos saltones porque no comprendes que quieren. Slime, el blandiblú, flubber de siempre, vuelve a estar de moda.
Se vende casi en cualquier kiosko y juguetería, pero en este blog nunca nos fueran las cosas fáciles, sino las divertidas, por eso para hoy os propongo crear slime en casa.

Seguro que visitando Internet os habéis encontrado (al igual que yo) cientos de recetas que prometían un slime fabuloso y si alguno os habéis animado…..el resultado es decepcionante. Yo he probado distintas y o bien quedaban auténticas piedras o no había forma de que cogiese forma la mezcla.
Otro problema que podéis encontrar es que la mayoría emplea en sus recetas bórax, un producto altamente tóxico, no recomendado para su manipulación y que provoca irritaciones en los ojos y la piel. Yo creo que directamente descartamos esta opción, ¿no?
Pues me alegra deciros, que tras muchos intentos y desastre por fin tengo, LA RECETA DEFINITIVA DE SLIME SIN BÓRAX, ¿qué os parece si ponemos manos a la obra? (PIDE COLABORACIÓN A UN ADULTO).


Para hacer 1 slime necesitaremos:
  • 100 ml de pegamento escolar( puede ser cola blanca aunque es preferible la transparente incluso la venden que brilla en la oscuridad)

  • Líquido de lentillas
  • Bicarbonato
  • Espuma de afeitar
  • Colorante alimenticio líquido
  • Purpurina (opcional)
  • Cucharas medidoras (si tienes)
  • Bol
  • Cuchara/tenedor de plástico duro
  • Tarro de cristal

¿Cómo se hace?
Vertemos en el bol el pegamento líquido, la purpurina (si quisiésemos) y el colorante vegetal hasta obtener el color deseado (con unas gotas suele ser suficiente) y removemos bien para que se tiña. 

A continuación añadimos una cucharadita rasa de bicarbonato y mezclamos de nuevo. 


Ahora es el turno del líquido de lentillas.. En mi caso necesité 20 ml, pero si no tienes nada con que medir puedes ir echándolo poquito a poco y revolviendo hasta que la mezcla se despegue por completo del bol y se pegue al tenedor de plástico.

Es el momento de amasar con las manos . Al principio , se te puede pegar mucho en las manos, pero si amasas bien le mezcla acabará teniendo textura de slime.

¡Y con esto sería suficiente! Aquí ya tendríamos nuestro slime, pero nosotros, llegados a este punto, decidimos añadirle un poco de espuma de afeitar (lo que se ve en la foto)
y amasar con las manos. Al principio se te volverá más líquido el slime y perderá intensidad en el color, pero si continuas amasando el color volverá a ser más intenso y cogerá mucha más elasticidad.






Curiosidad: con la espuma le estamos añadiendo,  además de elasticidad, ¡burbujas al slime!, por lo que cuando lo tengas hecho y lo aprietes sonará crujiente.

Y ahora sí, hemos terminado con nuestro slime, queda jugar con el (tener la precaución de tener la manos bien limpias) y cuando termineis guardarlo en un tarrito de cristal, yo, por ejemplo, he aprovechado uno de mermelada que tenía por casa.


¿Divertido verdad? Recordad que es un material que no debe llevarse nunca a la boca y que debe mantenerse alejado de niños menores de 3 años.

¡¡Que el mancharse no sea un límite!!: si en el proceso se os mancha la ropa con el líquido viscoso, no os asusteis, poned a calentar agua en una cazuela y meteis el trozo afectado un par de segundos y lo sacais. Repitiendo esta operación lo quitareis facilmente con los dedos.

¡¡A EXPERIMENTAR!!

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