Pocas actividades entretienen
tanto a los niños como las plastilinas. Si a este juego le añadimos una fase de
descubrimiento sobre cómo hacerla, en la que ellos mismos fabriquen su masa y
que además pueda emplearse incluso niños de 2 años con tendencia a llevarse todo a
la boca…. ¡tendremos la tarde completa!
Así de sencillo, la plastilina o
la masa de modelar es una de estas actividades completas que se emplean con
mucha regularidad en las aulas de Infantil por todo lo que aporta al niño, no
solo divierte y estimula su creatividad, sino que además mejora su capacidad
para concentrarse, facilita sus procesos de lectoescritura al trabajar la
psicomotricidad fina, les permite fijarse metas a corto y largo plazo, y de
paso los tranquiliza.
Es un material que no se rompe, no hace daño y les
permite explorar las mezclas y gamas de colores.
Otra gran ventaja es que es un material de estimulación idóneo para niños/as con diversidad funcional como Síndrome de Down o Trastorno del Espectro Autista, ya que su olor y textura rara vez les resulta desagradable, pueden escoger colores, mezclarlos, aplastarlos ... y suele resultarles una tarea relajante.
Ablandar y moldear una masa de
color, luego mezclarla con otras y hacer pequeñas piezas hasta crear mundos de
plastilina constituye una actividad mucho más compleja e importante de lo que
se cree, pues contribuye significativamente en el desarrollo de los niños,
siempre y cuando cuente con la supervisión y dirección de padres y adultos.
María Ligia Cifuentes,
psicopedagoga de la Clínica Reina Sofía, quien desarrolla actualmente el programa
de psicopedagogía y terapia lúdica con niños hospitalizados, afirma: “La
plastilina es un material con el que los niños tienen contacto directo e
inmediato; pues el hecho de que puedan moldearlo como quieran y de forma rápida
hace que se desarrolle mejor su sistema propioceptivo, que es el que permite
que la información que el niño recoge a través de su cuerpo, la pueda
interiorizar y expresar. Así, sus procesos de aprendizaje se facilitan
posteriormente”.
Sin embargo, en niños menores de
3 años, se recomienda utilizar plastilina casera, que es mucho más blanda que
la comercial.
Trabajar con este tipo de
plastilina casera permite que los niños de muy corta edad se familiaricen con
ella, vayan mejorando su motricidad fina y los padres tengan la oportunidad de
desarrollar con ellos una actividad que no solo los entretiene, sino que además
permite establecer permanentemente contacto físico.
Rafael Pinilla, artesano y
colaborador del Centro Integral de Artes Teatridanza sostiene que jugar con
plastilina aumenta y desarrolla la creatividad de los niños porque les da la
libertad de hacer cualquier tipo de creación con un material que no es
tóxico.
Además, por tratarse de una masa blanda, pero mucho más compacta que la plastilina comercial, a los niños se les dificulta partirla en pedazos pequeños y llevarla a su boca.
Así que vistos todos los
beneficios que nos ofrece, pongamos manos a la obra y permitamos una tarde
llena de entretenimiento y color.
Materiales:
- 500 gr de agua tibia
- 30 ml de aceite vegetal comestible
- 1 cucharada de vinagre
- 1 cucharada de bicarbonato de sodio
- 1 taza de harina de trigo/maíz
- 250 gr taza de sal
- Colorantes alimentarios
- Guantes de látex
- Bolsas herméticas
Preparación:
- Pon en un bol el agua, la sal y el vinagre y cocina 5 minutos a 80ºC, removiendo de vez en cuando.
- Incorpora el aceite de girasol, la harina y el bicarbonato y mezcla.
- Retira la masa y deja que quede más tibia para que podamos trabajarla.
- Aquí ya pueden ayudar los niños, divídela en porciones de unos 125 gr unidad para los diferentes colores. Aplica en cada una el colorante que elijas e integra con las manos hasta que cada bolita tenga un color homogéneo. *Aconsejable en este paso ponerse guantes.
- Guárdala en bolsas herméticos en la nevera en grupo o individuales, así no les da el aire y no se resecan.
La consistencia
de esta plastilina puede variar dependiendo la calidad de los ingredientes y la
temperatura del ambiente, pero sigue estos consejos para un resultado ideal.
- Plastilina muy dura: Agrega un poco más de aceite
- Plastilina seca: humedece tus manos y amasa
- Plastilina pegajosa: agrega más maicena o harina de trigo
- Revisa la harina si necesitas que sea libre de gluten
- Consulta con tu pediatra antes de darle a tu bebé cualquier tipo de
alimento
- Esta actividad debe ser supervisada por un adulto.
- Esta plastilina no es un alimento, es libre de tóxicos y por ello comer un poco no hará daño.
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